En el pueblo de Citruénigo
Es muy normal ver a nuestras mascotas atadas, o bien a un desagüe como en la foto, o en los árboles o farolas, esperando a sus dueños mientras hacen la compra.
Yo también solía hacerlo cuando vivía en Barcelona, aunque tengo que reconocer que si no lo podía ver me daba mucho miedo, y procuraba estar el menos tiempo posible sin verle, y hacía la compra lo más rápido posible.
Aunque recuerdo una vez, en la que me despisté tanto, que salí del super y me fui a mi casa, dejándome a Mendy, un Husky Siberiano atado en la farola. No recuerdo cuanto tiempo pasó, pero si recuerdo el susto que me llevé cuando me di cuenta de que me lo había olvidado. Salí escopeteada, con un miedo terrible, ya que no sabía si lo encontraría, pero afortunadamente allí estaba quietecito y atado a la farola.
Cuidado con dejar a los perros asi atados cuando se entra en establecimientos porque corren el riesgo de ser robados. Desgraciadamente cada vez son mas frecuente los robos de perros.
ResponderEliminarYa sé de más de uno que le ha desaparecido el perro, de esa forma
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