jueves, 21 de agosto de 2014

COMIENZO A COSECHAR - Mi huerta


Por fin los tomates Kumato que planté están dando sus frutos, y tengo que deciros que estoy muy contenta.


También tengo un montón de pepinillos, y qué decir de los calabacines, ya no sé que hacer con ellos, y no veáis, si me descuido, en un día se ponen tremendos.

También tengo una planta de cayena 


Y mirar las fresas, quién me iba a decir que seguiría recogiendo en el mes de agosto. Como este año nos está haciendo un verano, que más bien parece que estemos en primavera, pues las plantas de fresa continúan floreciendo y dando sus frutos. Y no sólo ellas, ayer descubrí algunas flores en el cerezo.



sábado, 9 de agosto de 2014

SANTA MARINA EL PUEBLO MÁS ALTO DE LA RIOJA

Hoy os voy a dejar algunas de las imágenes que fotografié en uno de los pueblos más bonitos y más altos de La Rioja, se trata de Santa Marina. Si sois riojanos o pasáis por esa zona, os recomiendo que os acerquéis a visitarlo.

Esta fue en fiestas, y todo el pueblo estaba engalanado


Es un lugar con mucho encanto, y tanto los niños como las mascotas caminan por doquier



Y éste es el cabrero del pueblo, preparado para sacar sus cabras y llevarlas a pastar. Tengo entendido que su mujer con la leche de las cabras prepara unos deliciosos quesos.

Éste es su perro


Y aquí sus aves de corral, que también danzaban por el pueblo en completa libertad





martes, 5 de agosto de 2014

MI GATA ALBA Y LOS GORRIONES



Hace ya un tiempo que mi gatita Alba comenzó a subirse encima de la mesa de la cocina y se pasaba las horas mirando a través de la ventana. Hubo un día que me llamó la atención el verla allí agachada, y haciendo el gesto de querer cazar, hasta llegó a dar un salto hacia el cristal, entonces me di cuenta de que en el alféizar de la ventana se había posado un gorrión, y era a él a quien quería cazar.  

A partir de ese día se me ocurrió la idea de echar arroz para que acudiesen pájaros y así Alba se distrajese


Eso ya se convirtió en una rutina, y todos los días sobre las ocho de la mañana suelo subir la persiana, y echarles un  puñado de arroz, y ellos puntuales acuden a la cita. Y no sólo ellos, también Alba nada más que escucha el sonido de la persiana acude corriendo y de un salto se sube a la mesa, y allí se pasa gran parte de la mañana. 

Hubo un día en el que aún no eran las ocho de la mañana, cuando comencé a escuchar a muchos pajarillos piando fuera de la casa. No os podéis hacer una idea de cómo piaban era algo exagerado, hasta Micifuz, que normalmente nunca acude, estaba subido a la mesa, y eso que todavía la persiana estaba bajada.

Y sabéis por que había tanto escándalo, pues porque no sólo habían venido los papás a por su ración de arroz, si no que también estaban los polluelos, y eran ellos los que piaban pidiendo comida.



Me pareció algo maravilloso el ver a los polluelos pidiendo comida, y a las madres llenándoles el gaznate. Y sabéis qué me pregunté, qué cómo los polluelos que supuestamente habían estado en el nido hasta ese día, sabían que allí podían encontrar comida.