Zapirón

Esta página se la voy a dedicar a Zapirón, un gatito Siamés que me encontré abandonado por las calles de Navarrete, de eso ya hace más de dos año, exactamente fue el sábado 29 de septiembre del 2010. Ese día fuimos a tomar café con mi suegro a uno de los bares del pueblo y estando allí la dueña me preguntó si quería un gatito, lógicamente le dije que no, pues ya tenía a Micifuz.
Nos lo preguntó, porque en la calle había un gatito que no hacía más que pedir comida a los peregrinos que llegaban a su bar. Lógicamente a todos les hacía gracia el gatito y le daban de comer, pero ella estaba un poco harta, debido a que se subía por las mesas. Lo que no sabía ella, era que el pobre estaba muerto de hambre.
Cuando salimos enseguida vino corriendo hacia nosotros, nos tocaba las piernas levantando sus patitas, y entonces nos dimos cuenta que era tuerto del ojo izquierdo, le acariciamos un poquito y nos marchamos. Y qué hizo él, pues seguirnos.
Mi suegro quedó prendado de él y se lo quería llevar a casa, pero no sabía cómo actuaria mi suegra, así que le llamamos por teléfono y nos dio un NO rotundo, y en la calle el pobre gatito que se quedó. Yo me vine a casa y no hacía más que pensar en él.
Después de comer sin decir nada en casa, me acerqué a ver si todavía estaba, y allí que lo vi, y nada más que le llamé se me acercó y me siguió hasta casa.
Su primer día en casa
El pobre estaba esquelético, por su tamaño y por la falta de algunos dientes pensé que tendría unos 4 o 6 meses, le dejé comida en un rincón del jardín, y allí que lo dejé.
Al día siguiente cuando salí a ver si estaba, vino corriendo a saludarme, y lógicamente a pedirme comida, menuda alegría que se llevó cuando vio el cuenco repleto de bolas, el pobrecito estaba tan flaco que se le podían contar las costillas
Jugando a las escondidas
Qué coqueto, se tapa su ojo malo para salir guapo en la foto.
 
Inmediatamente nos hicimos inseparables, no os podéis imaginar lo cariñoso y agradecido que estaba conmigo, me seguía a todas partes, y jugando con él me dí cuenta del bocado tan tremendo que tenía justo en la garganta, pude contar hasta los agujeros producidos por los dientes de otro gato, o de algún perro. Menuda infección que tenía, enseguida le puse Agua oxigenada, Topionic, y él sin rechistar se dejó curar y cada vez que me veía con los productos venia hacia mi como si nada, se subía a mi regazo y se quedaba quietecito, jamás intentó arañarme ni hacerme ningún daño.
Cuando ya había pasado una semana y lo veía tan contento y la herida ya había cicatrizado, me puse a jugar con él, lo cogí en brazos y comencé a hacerle cosquillas se puso panza para arriba y entonces quedé asombrada, tenía todo el cuello en carne viva, le había desaparecido la piel, tenía una llaga que le ocupaba todo el cuello. No os podéis hacer una idea de lo mal que lo tenía. Por lo visto, todo el tiempo que yo le estuve curando los agujeros producidos por el mordisco que le habían dado, había ocasionado que aparentemente se le curase por fuera, pero la infección la tenía por dentro, y posiblemente él con las uñas se rascó y se lo reventó todo.
Como era sábado por la tarde y me imaginé que el veterinario no estaría se me ocurrió hacerle un collar Isabelino con el plástico de una de las garrafas de agua que tenía por casa. Corté unas tiras de algodón de un de mis camisetas, con ellas le hice un ribete que cosí a máquina en el plástico de la garrafa, para que no le rozase en el cuello, y también así poder atárselo. No veáis que collar más chulo que me quedó, así conseguí que por lo menos no se rascase el cuello.
Cuando el lunes fui al veterinario quedó alucinado al ver el collar, y además me felicitó por lo chulo que me había quedado y la idea que había tenido. La pena es que no le hice ninguna foto con él así lo hubieseis visto y poder copiarlo en caso de emergencia. Yo había ido dispuesta a comprar uno, pero el veterinario me dijo que con ese era suficiente, lo llevó más de una semana hasta que se curó del todo
Curadito y feliz en su nueva casa
En su lugar preferido
Con el jardín tan grande que tenía, ese era su lugar preferido durante sus primeros días. Al principio no había forma de meterlo en casa, se asustaba mucho, teníamos que quitar la TV, ya que tanto las imágenes como el sonido le asustaban, pero poco a poco fuimos acostumbrándole, y al final conseguimos que entrase y estuviese con nosotros, pero tan sólo un ratito, nuca conseguía que se quedase a pasar una noche se ponía a maullar y pedía salir.
Midiendo distancias
Cosa que en un principio agradecí, ya que teníamos a Micifuz y la relación entre ellos no era muy buena, cada vez que se acercaban el uno al otro enseguida se hacían ZZZZZZZZZZZZZZZZZ, se ponían en plan defensivo, y era un problema.
Cazando pájaros
Con mis bolas más los pájaros que caza en el jardín aumentó de peso en unos días. Más de uno le he quitado de las garras y alguno me he encontrado muerto en la terraza, cosa que me da mucha pena, ya que soy una gran amante de los pájaros, pero es ley de vida y los gatos son cazadores, y suelen cazar para comer, aunque los gatos caseros no tienen esta necesidad, pero siguen su instinto depredador con el propósito de diversión.
Su hijo adoptivo
El mes de agosto del 2011 apareció con este gatito, le llamamos Botitas, son inseparables, y como se dice, donde come uno comen dos, en casa se quedó. Bueno, en casa no, en el jardín ya que no hay forma de cogerlo y se larga corriendo cada vez que me acerco a él.
Cuando se lo comenté al veterinario se quedó muy sorprendido, según él, es muy raro que un gato macho adopte a otro y además también macho. Me dijo, seguro que le diría "vente conmigo que Paca te cuidará y te dará de comer"
Acurrucaditos
Qué padrazo estába hecho y cómo cuidaba a Botitas, hay veces que me deja sorprendida. Zapirón ya está castrado y por lo tanto pocas veces se marcha de casa, si lo hace vuelve enseguida, pero Botitas se marcha bastante a menudo y hasta alguna vez ha estado una noche entera sin venir.
Un día al ver que no venía le dije "dónde está Botitas, ve a buscarle y dile que venga" y como si me hubiese entendido, vi que se largó y al rato apareció con él, y tengo que decir que me sorprendió. Le abracé, le acaricié y le dije que muy bien hecho, estoy segura que me entendió.
Un gran padrazo
En eso se ha convertido Zapirón no se separa de Botitas, lo cuida lo protege y cómo lo acicala, en el siguiente vídeo lo podréis ver http://youtu.be/7S6SIQ9L8w0
Cuando llegó el invierno le construí una casa hecha con corcho, aislante y moqueta, y en los días de mucho frío le metía jerséis viejos de lana, y hasta un peluche de pelo. Pero ahora ya no me preocupa tanto que pase frío, ya qué también le ha dejado entrar en su casa, y los dos la comparten.
Metidos en su casita.
Como podéis ver se han vuelto inseparables, y ya no puedo concebir la vida de Zapirón sin Botitas, siempre están juntos, y eso me gusta
Un buen maestro
En eso se ha convertido Zapi, le ha enseñado como tiene que rascarse las unas en los troncos de los árboles, y ya veis qué atento está Botitas.
También le enseña a trepar por ellos
Y el otro, zas a seguirlo
Qué mal criado que lo tiene
Le consiente todo, ha descubierto que a Botitas le gustan las semillas del avellano, y como ve que no alcanza, él le ayuda arrimándole la rama para que las coja.
Con esta foto cierro esta página dedicada a Zapirón, y seguro que sabréis más de él. Tengo que decir que he tenido mucha suerte con este gatito, es muy cariñoso, obediente, todo lo entiende y rompe todos los moldes que hay sobre los gatos. En mi opinión, creo que sólo le falta hablar, aunque conmigo no le hace falta ya que nos entendemos.

6 comentarios:

  1. Los gatos siameses son especiales,tengo una con 19años y aunque muy suyos con la gente es buena y nunca ha mordido ni arañado.

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    1. En mi opinión, creo que son los más inteligentes Por desgracia Zapirón ya nos ha dejado y le añoramos mucho

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  2. Qué le pasó a Zapirón? Estaba enfermo?

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    1. Si, el mes que viene hará tres años, se puso malito de los riñones, y no pudimos hacer nada. Lo añoramos mucho

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    2. Lo siento mucho. Dejan un vacio tan grande cuandose van...
      Ánimo

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