LA HUERTA DE PACA II

El pasado fin de semana le dije  ami marido de ir a Pamplona a comprar más material para continuar haciendo las jardineras, pero como anunciaron lluvias no lo hicimos, así que por el momento no he podido ampliar mi huerta, pero lo que si que he hecho es plantar más cosas y protegerlas para que los pájaros no se coman las lechugas, y Botitas no haga sus cositas en la esponjosa tierra.

Con la ayuda de las aguas que estos días nos está cayendo por La Rioja, mis lechugas tomates y demás están creciendo muy bien, aunque un par de ellas no han cogido.

Esta semana he plantado una mata de melón, otra de calabacín y una de sandía. Igual os parecen pocas, pero prefiero ir plantándolas con un espacio de tiempo, para que no me den su fruto al mismo tiempo. Ya lo he experimentado otros años, y al final termino regalando los calabacines a mis vecinas. 

La sandia la he comprado de injerto, me han explicado cómo cultivarla, y espero hacerlo bien, ya que me han asegurado que si lo hago bien tendré unas sandías de más de 4 kilos. Las últimas que planté eran tan pequeñas que me cabían en la palma de la mano

Éstos son los tomates, y sabéis una cosa, pues son míos, me refiero a que las semillas son de unos tomates de la variedad Kumato que compré en el super, recogí las semillas, y yo misma he hecho las matitas. Por el momento todas van de maravilla, y ahora a esperar a ver qué tal salen. Cómo sean igual que los que compro, haré más semilleros y me dedicaré a cultivarlos, pues están deliciosos. 

Y el cerezo ya está cubierto con la malla para que los mirlos no se coman las cerezas, un año no la puse y se comieron la mitad.

Y para poneros los dientes largos os muestro la cosecha de fresas que todos las tardes recojo. Llevamos más de una semana comiendo un cuenco cada noche, y están deliciosas.

Y aquí os dejo a Botitas el guardián de mi huerta