En un rincón de Igea me topé con este gato negro delante del umbral de su casa. Una cosa que me llama mucho la atención en la mayoría de pueblos, es el hecho de ver las bombonas de gas butano en la puertas de las casas, esperando la llegada del butanero.
Cuando vives en una gran ciudad eso ya no lo ves, pero sabéis lo qué pasaba en Barcelona cuando llegaba el camión del butano, con una barra de hierro tocaban los laterales del camión haciendo un estrepitoso y ensordecedor ruido para avisar a los vecinos de su llegada.
Acurrucadito en este ventanuco
Posado en la ventana
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