jueves, 17 de julio de 2014

PRODUCTOS DE MI HUERTA


A mí no me hace falta coger el cesto y salir al monte en busca de setas, mirar qué cosecha hice el otro día en mi jardín. Nos llovió tanto que de un día para otro me encontré con semejante cultivo de hongos.  
No os asustéis, ya que fueron al cubo de la basura, cómo no sé si son comestibles no quise arriesgarme.



Otra cosa que si que he cultivado y poniendo semillitas son estas calabazas decorativas. Os voy a contar una anécdota que me sucedió la primera vez que las cultivé. 

Por aquél entonces yo no vivía de continuo en Navarrete, solamente solía venir en vacaciones, y fue mi suegro el que las plantó. Salieron tantas, que no sabía qué hacer con ellas, así que comencé a regalarlas a las vecinas del pueblo, y otras tantas me las llevé a Barcelona para mis amigas catalanas, y la verdad es que tuvieron éxito.

Bueno pues a lo que iba, unos días después de haberlas regalado, al regresar a casa me encontré apoyada en la puerta de la valla una bolsa repleta de verduras, había un montón de cosas, col, calabacines, lechuga, bueno ya ni me acuerdo, enseguida pensé que me la había dejado mi suegro, pero me extrañó el hecho de que la hubiese dejado en la calle, ya que él tiene llaves.

Pero al día siguiente, va y me encuentro otra bolsa y dentro había un bizcocho, entonces ya me dije, "ésto no lo ha dejado mi suegro, qué raro".

Y a las pocas horas, me tocan al timbre y era una de las vecinas a las que les regalé las calabazas, que me traía una bolsa con más de tres kilos de ciruelas claudia, y me dijo, "toma yo te traigo ésto" Entonces me enteré que me hacían estos regalos por la calabaza que yo les había regalado.

Menudo chollo, aquella cosecha me salió de maravilla, y les dije, "pues para el año que viene voy a plantar un montón y las vuelvo a regalar".

Cosas como éstas suelen suceder cuando vives en zonas en las que la mayoría de la gente tienen campos de cultivo o huertos. Hay veces que salgo a echar la basura y me encuentro al vecino que viene de la huerta, y regreso a casa cargada de calabacines.

Ya os dije que hace dos semanas tuve que regalar cinco lechugas, no me daba tiempo para comérmelas.


Lo mismo me va a pasar con el tomate Kumato que planté, está repleto, tengo un montón, y no sé si los palos que puse aguantarán, ayer estuve podando y arrancando un montón de ramas. Ya os contaré.


Y estas deliciosas ciruelas son de un futuro bonsái, salieron un montón y le deje 5 son muy dulces y están riquísimas, cada día arranco una y me la como recién cogida, es cómo si me comiese un caramelo. Con una de sus ramas he pensado hacer un injerto en otro ciruelo grande que tengo en el huerto, ese que os dije que me da ciruelas de Cojón de Fraile. A ver si me sale.  


Y para que veáis, cómo está el tiempo de revuelto os enseño estas hojas con los colores del otoño. La semana pasada todavía íbamos con chaqueta y las pobres plantas no sabían en que temporada del año se encontraban. En cambio ayer tuvimos un calor sofocante, ya veremos qué tal día tenemos hoy.


  




4 comentarios:

  1. Como me gusta leer estas entradas sobre la huerta. Qué bonita la historia de las calabazas, esas cosas solo pasan en los pueblos. El pasado otoño también me salieron unos pequeños hongos en la mesa de cultivo, se ve que este verano las pobres plantas se están volviendo mas locas que nosotros.
    Un saludo.

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  2. Vaya huerta mas prolifica, tienes de todo..para estupendas...ensaldas, verduras hrbiditas, frutas, calabaza asada, frutos secos (tostaditos estn muy ricos)

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    1. Ahora mismo acabo de regar, este año tengo menos cosas. Los tomates ya tienen flor, aunque no sé si los he plantado muy tarde, pues por ahí ya veo tomates bien gordos.

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